Como sucede con las víctimas femeninas del abuso sexual, las investigaciones indican que es probable
que las víctimas masculinas de este tipo de agresiones tengan diversas consecuencias de orden psíquico,
tanto inmediatamente después de la agresión como a más largo plazo. Estas incluyen culpa, ira,
ansiedad, depresión, estrés postraumático, disfunciones sexuales, afecciones somáticas, alteraciones
del sueño, alejamiento de la pareja e intento de suicidio. Además de estas reacciones, en algunos
estudios realizados con adolescentes varones también se determinó que existía una relación entre
haber sido víctima de una violación y el abuso de sustancias, las conductas violentas, el robo y el
ausentismo escolar.